viernes, 17 de agosto de 2012

Estilos de liderazgo

Cuando mencionamos los estilos de liderazgo, nos referimos a la percepción de los seguidores con respecto a las forma de pensar, sentir y actuar del líder cuando ejecuta sus tareas. De acuerdo con el estilo de comunicación, encontramos cuatro tipos de liderazgo, cada uno de ellos orientado hacia la acción, los procesos, las personas o las ideas. La conducta asumida por los líderes para el logro de los objetivos permite agruparlos como líderes autócratas, demócratas y liberales.

También es posible hablar de un liderazgo situacional, que es aquel en el que la conducta apropiada por el líder se adecua a las necesidades del equipo dependiendo de la madurez de los colaboradores. Los líderes más eficaces saben cómo usar el estilo correcto de acuerdo con las circunstancias. Un líder se hace, se construye y se inventa a sí mismo, lo cual quiere decir que todos podemos ser líderes. Lo importante es salir de la zona de comodidad, desaprender viejos hábitos, accionar desde la posibilidad y accionar en lugar de reaccionar.

Es posible hablar de unos niveles de desarrollo por los que pasa un equipo:

1- el líder controla.

2- el líder supervisa

3- el líder asesora

4- el líder delega.

En cada uno de estos niveles es fundamental la labor del líder, independientemente del estilo que tenga o deba ejercer.

Ingredientes de los líderes

Los líderes se dan de todo tamaño, forma y disposición - bajos, altos, limpios, desaseados, jóvenes, viejos, hombres y mujeres. Sin embargo, todos parecen compartir algunos de los siguientes ingredientes, si no todos:

•  El primer ingrediente básico del liderazgo es una visión guiadora. El líder tiene una idea clara de qué es lo que quiere hacer —personal y profesionalmente— y la fortaleza para preservar a pesar de los contratiempos y hasta de los fracasos. A menos que uno sepa a dónde va y por qué no es posible que llegue. Ese propósito guiador, esa visión, los ilustra muy bien Norman Lear.

•  El segundo ingrediente básico del liderazgo es la pasión —la pasión subyacente por las promesas de la vida, combinada con una pasión muy particular por una vocación, profesión, línea de conducta. El líder ama lo que hace y le encanta hacerlo. Tolstoi dijo que las esperanzas son los sueños del hombre despierto. Sin esperanza no podemos sobrevivir ni mucho menos progresar. El líder que comunica pasión les da esperanza e inspiración a otros. Este ingrediente suele presentarse con distintos aspectos— a veces como entusiasmo,  “Ponga a los demás de su parte”.

•  En el siguiente ingrediente básico del liderazgo es la integridad. Creo que ésta tiene tres partes esenciales: conocimiento de sí mismo, sinceridad y madurez.
“Conócete a ti mismo” era la inscripción que se leía en el Oráculo de Delfos, y sigue siendo hoy la tarea más difícil para todos nosotros. Pero mientras uno no se conozca, con sus puntos fuertes y sus puntos débiles, y sepa qué es lo que quiere y por qué lo quiere, no puede triunfar sino en el sentido más superficial del término. El líder nunca se dice mentiras, conoce sus defectos tan bien como sus cualidades y les hace frente directamente. Uno es su propia materia prima; cuando uno sabe de qué se compone y qué quiere hacer de ello, entonces se puede inventar uno mismo.

La sinceridad es la clave del conocimiento de sí mismo. Se basa en honradez de pensamiento y acción, firme devoción a los principios y entereza fundamental. Un arquitecto que diseñe un cajón de vidrio estilo Bauhaus con una cúpula victoriana crece la integridad profesional, lo mismo que una persona que recorte sus principios o incluso sus ideas por darles gusto a los demás. Como Liliana Hellman, el líder no puede recortar su conciencia para acomodarse a la moda de este año.

La madurez es importante para el líder porque conducir no es sólo mostrar el camino o dar órdenes. Todo líder necesita haber tenido la experiencia de ser seguidor, de haber aprendido a ser laborioso, observador, capaz de trabajar con otros y aprender de ellos, nunca servil, siempre veraz. Habiendo hallado estas cualidades en sí mismo, puede fomentarlas en los demás.

•  La integridad es la base de la confianza, lo cual no es tanto un ingrediente de liderazgo como un producto de éste. Es la cualidad que no se puede adquirir sino que tiene que ganarse. La otorgan los colegas y los seguidores, y sin ella el líder no puede funcionar.

•  Otros dos ingredientes básicos del liderazgo son la curiosidad y la audacia. El líder se interesa por todo, quiere aprender todo lo que pueda, está dispuesto a arriesgarse, experimentar, ensayar cosas nuevas. No se preocupa por los fracasos sino que acepta los errores sabiendo que de ellos se puede aprender. Aprender de la adversidades, a menudo con diferentes caras. Esto, en realidad se podría decir de todos los ingredientes básicos.

Warren Bennis. ¿Cómo llegar a ser líder? Bogotá, Editorial Norma, 1992, pp. 31-33.


JUEGO PARA REPASAR LOS CONCEPTOS DE ESTILOS DE LIDERAZGO 

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